22 de noviembre de 2007

SER, VOCACION A LA EXISTENCIA

Objetivo: Reflexionar sobre el regalo que Dios nos hace al llamarnos a la existencia, para agradecer siempre su bondad.

Ver.
En un pueblo había un hombre que diario llegaba borracho a su casa y seguido golpeaba, regañaba o maltrataba a su esposa por cualquier cosa has por abrir la puerta con prontitud, o pateaba a sus hijos porque lloraban. Un día ella temerosa le dijo: Rubén ¡Ya no me golpees porque estoy esperando nuestro cuarto hijo! pero él se enfureció y la golpeó más que nunca alegando que para qué querían otro hijo, que estaban pobres, que no tenían trabajo, etc. Después de unos días aquella indefensa criatura murió, mejor dicho lo asesinó su padre. Han pasado muchos años, él desea tener un bebe pero ya no es posible puesto que su mujer enfermó y ya no puede tener hijos. Rubén llora a diario su pecado y desea el perdón de Dios y su bendición mediante un hijo.
¿Qué nos dice la historieta? comentar con el grupo.
¿Qué sería de nosotros si no hubiéramos nacido?

Pensar.
Primero Dios nos llama a la Existencia, luego a la vida Humana, nos hace a su imagen y semejanza y por último nos constituye como a sus hijos. Una célula femenina (el óvulo) y la célula masculina (el espermatozoide) coinciden en el seno materno, ocurre algo maravilloso: la concepción. A partir de ese momento hay un nuevo ser. Poco a poco va creciendo, late su corazón su cuerpo toma forma, la madre lo alimenta y le da su sangre y su carne, cuando su mamá respira, respira él también. Los meses pasaron, los padres se ilusionan y a los nueve meses nace; y nacer significa dejar un ambiente perfecto en la temperatura, el cariño, el alimento etc. En el seno materno no falta nada de ahí que al nacer llore. Deja su mundo y pasa a lo desconocido, lo exterior y lo injusto. Y sin embargo, para el niño ha empezado una nueva vida y con ella la posibilidad de ser cristiano, de disfrutar del mundo, gozar de sus derechos, cumplir con sus obligaciones dentro y fuera de la familia que lo vio nacer.

Actuar.
Siempre debemos agradecer a Dios el don de la vida, la oportunidad de conocerle y de ser parte de una familia y de poder servir a los demás con lo que somos, tenemos y sabemos.
1. De hoy en adelante ¿Cómo agradeceré a Dios el regalo de estar vivo?
2. ¿Cómo hacerle para que otros vean en mí las ganas de vivir?
3. ¿Cómo se defiende la vida en nuestros días?
Se hace un círculo, se pasa a un niño al centro y se canta el Padre nuestro. Porque Dios es Padre de todos y él quiere la vida porque él mismo es la vida, él la da o la quita solamente.

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