22 de noviembre de 2007

LOS LAICOS Y SU VOCACION A LA SANTIDAD

Objetivo: Descubrir que todos hemos llamados a la santidad en el cumplimiento de nuestros deberes, para dar gloria a Dios en todo momento.

Ver.
Una paloma tenía deseos de saber qué era un pantano. Aquella tarde aterrizó en medio de un pantano extenso y de color obscuro. Sus alas blancas pronto quedaron enlodadas. Un sapo la vio y compadecido le dijo: «¿Cómo es que tú que fuiste hecha para volar, te dejas engañar por la curiosidad y caes en el lado podrido?» ¡Pero yo no me quedo aquí como tú!. Contestó la paloma y se remontó de nuevo al cielo.
- Se puede comentar la fábula en el grupo.

Pensar.
La santidad del Hombre consiste ante todo en la posesión de la gracia de Dios que lo transforma habiéndolo participar de la santidad de Dios. La gracia es la amistad con Dios y su principal expresión es el amor o caridad, fe y esperanza, junto con la práctica de las virtudes morales y humanas. El santo vive para Dios y para su prójimo. Santo es el que es justo y no busca sacar provecho a costa de otros, el que es bondadoso y capaz de perdonar no sólo las ofensas, sino también las deudas, es pacífico y no busca conflictos, es caritativo y se desprende de lo propio para ayudar y hacer feliz a otro. El laico tiene su misión importantísima en la Iglesia, pues, laico no es que queda a un lado de los sacerdotes.
El objetivo de esta vocación es el seguimiento de Cristo mediante una opción clara, definida y constante. El laico está llamado a ser santo y a formar parte de algún grupo, asociación o movimiento en la Iglesia. «Todos los fieles deben esforzarse, según su propia condición por llevar una vida santa» (CIC 210). Los seglares de hoy son los soldados del cambio en la Iglesia y en el mundo, precisamente porque no estamos destinados a salvarnos solos.

Actuar.
El Buen Pastor no tiene ninguna oveja estéril. 1. ¿Cómo viviré el Evangelio?
2. Como laico ¿Recibes los servicios del pastor de tu comunidad?
3. ¿De qué manera correspondes a la Iglesia y a Cristo?

Celebrar.
Se sugiere visitar a un enfermo, pobre, anciano o persona sola. O hacer una visita al Santísimo Sacramento.
Leer el Salmo 22.
Se puede cantar:
Cristo te necesita para amar, para amar.
Cristo te necesita para amar (2).
No te importe las razas ni el color de la piel;
Ama a todos como hermanos y haz el bien (2).

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