22 de noviembre de 2007

LLAMADOS A EDUCAR PARA EL AMOR

Objetivo: Concientizar a los padres de familia que son educadores de sus hijos en el amor, para que reine un ambiente de armonía fraterna en el hogar.

Ver.
¿Qué significa educar para el amor?
Educar no es transmitir una serie de conceptos, de ideas o de leyes.
Educar es más amplio y más complejo, se ha dicho mucho que la familia es el lugar privilegiado para la formación de la persona humana.
Los primeros educadores son los padres, en ellos recae directamente la responsabilidad de esta tarea tan sublime. Esta acción educadora debe llegar a todos los campos de la persona humana, es decir, debe ser integral: humana y cristiana.
Por otra parte, para que esta educación sea más completa de padres a hijos, ha de ser recíproca, es decir, que también los hijos sean portadores de esta educación, por tanto, educar no es meter, no es transmitir; educar es sacar de... dar de mi riqueza personal al otro.

Pensar.
El primer paso en la educación es la comunicación, el diálogo caluroso y recíproco que otra manera será una educación fría y calculadora.
El Documento de Puebla, tratando de sintetizar en las dos grandes áreas de la educación humana-cristiana, que todos los miembros de la familia, sean educados en la JUSTICIA y en el AMOR. «Ahora, pues, hijos, yo os recomiendo que sirváis a Dios en verdad y hagáis lo que es agradable, en su presencia, mandad a vuestros hijos que practiquen la justicia y la limosna, que se acuerden de Dios y bendigan su nombre con todas sus fuerzas» (Tobias 14,8).
Además de la familia, existen factores externos que colaboran en la educación de los hijos, no todo es de los padres, aquí es donde entran factores que perjudican una educación en el amor: la calle, a veces la escuela, los medios de comunicación, el ambiente social, etc... Desearía referirme al derecho de los padres a educar libremente a sus hijos, de acuerdo con sus propias convicciones y a poder contar con escuelas que impartan dicha educación, a educar a sus hijos según su propio credo y a crear escuelas que corresponda a este derecho. «Es cierto que en la educación de los hijos contáis con la colaboración de otras personas: los maestros en las escuelas, los sacerdotes en vuestra parroquia, los catequistas. Pero no olvidéis nunca que vuestros hijos dependen principalmente de vosotros» (Mensaje del Papa a las familias, Chihuahua 10-may-90).

Actuar.
Después de esta reflexión:
1. ¿Qué puedo hacer para mejorar mi familia?
2. ¿Cómo voy a ser mejor educador de mis hijos?
3. ¿Qué tipo de esposo o esposa quiero ser, para dar un mejor testimonio a mis hijos?

Celebrar.
: Leer y comentar Eclo 30. 1-13 para sacar el compromiso personal, familiar y comunitario. Cantar el Padre nuestro.

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