22 de noviembre de 2007

LA HISTORIA, UN MEDIO POR EL QUE DIOS LLAMA

Objetivo: Descubrir juntos el llamado que Dios hace a los hombre a través de la historia, para que con su esfuerzo y entrega la conviertan en historia de salvación.

Ver.
Platicar juntos (si son muchos se hace por grupos) la historia de su familia, recordando su árbol genealógico desde los pobladores de la comunidad, los presidentes y sacerdotes.
Sabiendo que la historia está llena de acontecimientos realizados o provocados por los hombres se recomienda hacer recuento de los acontecimientos que más han influido en la forma de ser, de pensar, de actuar de la comunidad como, fiestas, elecciones, disturbios nacionales, etc. (Sabiendo que Dios nunca abandona a sus hijos pero que los prueba en la fe).

Pensar.
Para el pueblo de Israel la palabra de Dios siempre significó la intervención divina en la historia del hombre, como cuando liberó de la esclavitud de Egipto (Ex. 3, 7), Dios siempre quiere salvar al hombre en la situación en que vive, respetando su libertad. Dios está presente en nuestra historia, por tal razón Cristo se hizo uno de nosotros y nos llamó hermanos y amigos, porque nos reveló todo el misterio del Padre por eso al responder al llamado de la palabra de Dios tratamos de corresponder a la gracia recibida. Por eso, para un cristiano, los acontecimientos históricos siempre tienen sentido, porque son un signo de la presencia de Cristo. «Yo estaré con ustedes todos los días (Mt 28, 20). La historia es un medio por el que Dios llama porque a partir de las situaciones que se viven El ilumina a quienes dan respuesta o tratan de solucionar esos problemas. Así, todas las congregaciones religiosas, grupos apostólicos nacieron ante una necesidad en un momento crucial de la historia. Si quieres descubrir la llamada de Dios y para profundizar en ella será necesario que cultives, la apertura a la realidad en la que vives que necesita de tí. Llevar esta pregunta a hacer algo, procurando que sea la voluntad de Dios. «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hch. 5,29).

Actuar.
(Reflexionar personalmente).
¿Alguna ves has querido solucionar un problema?
¿Cuándo vez injusticias o desgracias, qué haces?
¿A través de algún acontecimiento has sentido que Dios quiere que le sirvas en los demás?
Se hace un círculo y en el centro se enciende una vela o cirio y junto a un libro de historia de la comunidad, en un rato de silencio se reflexiona la siguiente pregunta ¿Señor, qué quieres que yo haga? Después levantando todas los brazos se reza el Padre nuestro.

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