22 de noviembre de 2007

LA ALEGRIA Y LA VOCACION

Objetivo: Reflexionar sobre la importancia que tiene la alegría en la vocación par que todos nos comprometamos a vivir nuestra vocación alegremente.

Ver.
(Preguntar a cada uno de los integrantes del grupo)
¿Qué importancia tiene la alegría en la vida del Cristiano?
¿Qué entienden por alegría?
Dice el dicho que un «Santo triste, es un triste santo». ¡Qué alegría da al pueblo de Dios ver la cara alegre de los consagrados! En la comunidad todos aman la expresión y el trato alegre y respetuoso del sacerdote, de la religiosa. Pero ¿Qué clase de alegría acompaña a la vocación? No es la alegría de la fiesta sin sentido, ni del relajo, tampoco es la alegría del que se saca la lotería y está contento porque se ha ganado mucho dinero. Es pues importante la alegría en la vocación, pues la santidad verdadera es aquella que vive en una constante alegría.

Pensar.
- La alegría de la vocación. «Que se alegren y se gocen contigo todos los que te buscan». Salmo 40, 17.
Los siguientes textos pueden ayudarnos a reflexionar:
- Alegría por el encuentro con Cristo. «El Amigo del esposo, que está junto a él y lo escucha, se alegra mucho de oír su voz»: Jn. 3, 29.
El encuentro con el reino de Dios, es el que produce alegría: Mt. 13, 45.
El mismo encuentro constante con el Señor es motivo profundo de alegría: Lc. 24, 41. «Se resistían a creer por la alegría y el asombro»: Lc. 8, 13., Lc. 22, 32.
- Por la realización de la misión. «Los discípulos vuelven llenos de alegría después de realizar su misión». Lc. 10, 17.
Los Apóstoles, experimentan como grupo la alegría de la difusión del evangelio: «Estaban llenos de gozo en el espíritu». Hch. 13,52.
María es ejemplo de gozo vocacional, al exclamar: «Se alegra mi espíritu en Dios Mi salvador...». Lc. 1, 47.
El Concilio nos recuerda «Los gozos y las esperanzas, las tristezas y angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de cristo». El tema de hoy nos invita a vivir una actitud confiada en Dios, nos invita a incrementar nuestra relación con Dios para beber de allí nuestra auténtica alegría.

Actuar.
Amar la propia vocación y encontrarle siempre su lado positivo, amar lo que se hace, las personas que nos rodean. Si vivimos felices, ayudarás también a los demás a ser felices. La alegría que brota del interior es la verdadera alegría, no se ha de buscar fuera de nosotros. Necesitamos volver cada día al Señor. ¿Tú qué harás para dar testimonio de alegría?

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